Averías fontanería

 

Tener alguna avería de fontanería es bastante común ya que el uso de los diferentes aparatos hace que se desgasten, por ello vamos a hablar de las averías más comunes y sus posibles soluciones.

 

Acumulación de aire en las tuberías

 

Suele darse cuando no utilizamos el sistema durante un periodo prolongado de tiempo. Las tuberías tienden a acumular aire y eso además de producir ruidos muy molestos, forzará la instalación. Una de las soluciones más sencillas es abrir todos los grifos de la casa durante pocos minutos para que el agua vuelva a discurrir con normalidad por las tuberías.

 

Goteo de grifos

 

Es de los casos más comunes, cerrar correctamente un grifo y que a pesar de eso el agua continúe saliendo en pequeñas pero constantes gotas, suele ser porque los materiales que componen la grifería están viejos, acumulación de cal en la junta de caucho o goma de cierre…

 

Malos olores en  cocina y baños

 

Tirar desperdicios a través de los sumideros de los baños y fregaderos de la cocina es para muchos un habitual que al final solo puede conllevar inconvenientes, la llegada de malos olores que se produce por el estancamiento de esos desechos en los sifones y además de llegar a atascarse, puede derivar en averías mucho más complejas. La solución es la de abrir la tapa del sifón y vaciar su contenido limpiándolo a conciencia.


Pérdida de agua de la cisterna del baño


Una avería muy habitual que podréis encontrar y es que los materiales de las cisternas suelen deteriorarse con cierta asiduidad debido a su uso continuado. Para arreglar esto tenemos que arreglar la fuga de la cisterna, cambiar la parte que falla que suele ser el sistema de bomba o sustituir la cisterna.

 

Atascos en tubería de desagüe

Una de las opciones para solucionarlo es escoger un desatascador mecánico, que no daña ni al medio ambiente ni a nuestra salud, o un desatascadores químico, que son mucho más efectivos pero que pueden llegar a dañar las tuberías si se usan muy a menudo.

Instalaciones fontanería

 

Las instalaciones de fontanería implican la distribución del agua de consumo en el interior de una vivienda, local…  y los aspectos a tener en cuenta son:

 

La acometida de agua de la red pública al  interior:


Se debe de tener en cuenta el Código Técnico de la Edificación y debe de constar de los siguientes elementos:

  • Llave de paso
  • Filtro
  • Contador
  • Grifo de comprobación
  • Válvula antiretorno
  • Segunda llave de paso en el exterior de la instalación y,
  • Llave general en el interior de la instalación que vamos a realizar.

 

Circuito de agua fría y caliente:


Estos dos circuitos de agua se realizarán preferiblemente sobre los falsos techos o parte más alta de los tabiques. La toma de agua caliente y de agua fría se colocarán al mismo nivel y a una distancia de 15 cm, quedando siempre la caliente a la izquierda y la fría a la derecha, y en puntos de cruce se mantendrán los tubos de agua caliente por encima de los de agua fría.

 

Al entrar en un nuevo cuarto húmedo, deben instalarse llaves de paso en ambos circuitos lo más cerca posible del techo y desde ahí, realizar el descenso de tuberías los más verticalmente posible hasta la altura de los aparatos que vamos a conectar a la red.

 

Las tuberías más utilizadas en fontanería son las de cobre que sustituyeron a las que antiguamente se utilizaban de plomo. Las tuberías de cobre presentan mayor resistencia a la corrosión y la ductilidad del material permite el trazado de curvas.

 

Las tuberías fabricadas en polipropileno o PEX son las más indicadas, resisten temperaturas de hasta 90ᵒ sin sufrir alteraciones. La flexibilidad y ligereza del material facilita mucho la colocación sobre falsos techos y se consiguen uniones estancas por termo-soldadura o accesorios prensados.

 

Saneamiento para la evacuación de aguas residuales:


Su finalidad es la de conducir hacia el exterior de la instalación las aguas pluviales y residuales sin causar molestias, humedades, ruidos ni malos olores. Para ello se emplean dos dispositivos: los cierres inodoros, generalmente hidráulicos y muy importante para su buen funcionamiento, un sistema de ventilación de la red para facilitar el flujo del agua por los conductos y evacuar los gases.





Mantenimiento

 

Anticípate y ahórrate problemas con la instalación de fontanería


Revisa periódicamente los grifos de lavabos, ducha y fregadero para cerciorarte de que el agua fluye correctamente. Fíjate en si oyes algún ruido cuando el agua corre, si el agua tarda mucho en irse por el desagüe, si hay malos olores…

 

Limpia las diferentes zonas de la instalación de fontanería


Desmonta de vez cuandonlos grifos y cabezales, los desagües, el mango de la ducha… y elimina la suciedad que se haya acumulado en su interior. Para ello ,puedes utilizar una mezcla de vinagre y bicarbonato u otros limpiadores.

 

También limpia regularmente el filtro de la lavadora y revisa que no se acumule ningún objeto que se haya podido quedar en los bolsillos de la ropa como monedas, pañuelos, un bolígrafo…

 

Haz lo mismo en el lavavajillas para evitar una acumulación de restos de alimentos.

 

Recuerda no tirar objetos no habituales al WC como toallitas, discos de algodón, papel de cocina…

 

Cuidar bien la instalación forma parte de un buen mantenimiento preventivo para las instalaciones de fontanería.

Otros servicios habituales

 

Cambiar bañera por ducha

 

Ahorro de tiempo y de agua, estas son las principales razones por las que muchas personas han pensado en la sustitución de las bañeras por los platos de ducha. Necesitan muy poco espacio y generan amplitud.


Sanitarios sueltos o malos olores

Que los sanitarios estén sueltos y que “bailen” un poco, además de ser una sensación incómoda puede ser la causa de un problema mayor, como que el desagüe no esté alineado o no haga su función de forma correcta.


Los malos olores en los sanitarios es otra de las demandas comunes siendo en este caso la causa un atasco o que el sifón no está funcionando de forma correcta. El agua estancada en el inodoro es la que impide que lleguen malos olores de la tubería general., hace de barrera entre el exterior y tu baño. Si esa agua desaparece, es cuando los malos olores procedentes de la bajante general llegan hasta el baño de un hogar creando olores muy desagradables.

Localización de humedades


La aparición de humedades es uno de las averías más temida y no es para menos, ya que una humedad puede tener origen en un lugar que va más allá de nuestro alcance, localizamos el foco de la humedad y la reparamos.

Climatización y calefacción

 

La climatización consiste en crear unas condiciones de temperatura, humedad y limpieza del aire adecuadas para la comodidad y la calidad del aire interior dentro de los espacios habitados.


La climatización comprende tres factores fundamentales: la ventilación, la calefacción, o climatización de invierno, y la refrigeración o climatización de verano.

 

 La calefacción es el conjunto de aparatos y accesorios que se instalan para alcanzar y mantener las condiciones de bienestar térmico durante las estaciones frías. Una instalación de calefacción se compone de:

 

Un sistema de producción de calor, local o unitario y centralizado, que puede ser una caldera de combustible, un sistema de resistencias eléctricas o aprovechamiento de energía calorífica natural o residual.

 

Por combustible


En la instalación centralizada, el calentamiento más económico es una caldera de combustible sólido, líquido o gaseoso.


Las calderas de combustible sólido se diferencian de las demás porque su combustión es continua, es decir, una vez que se encienden, solamente se apagan cuando se acaba el combustible o se corta completamente la entrada de aire como el carbón. La regulación de la potencia se hace variando la entrada de aire. Actualmente se tiende a prohibir su uso, por ser el combustible que más cantidad de CO2 produce, sin embargo se usan calderas con pellas de madera que también es un combustible sólido.


Como combustible líquido el único en uso normal es el gasóleo. Los gaseosos son de dos tipos principales: gas natural y gases licuados de petróleo (butano y propano). Las calderas funcionan con un quemador acoplado que mediante un ventilador, hacen la mezcla de aire y combustible adecuada y se quema en el hogar. Tanto con líquidos como con gaseosos, el funcionamiento de las calderas es intermitente, es decir la regulación de la potencia se hace poniendo en marcha y parando el quemador. Hay quemadores llamados modulantes que varían la potencia de la llama en función de la demanda, regulando el caudal de combustible.


También hay calderas de gas con quemadores atmosféricos que no requieren ventilador, el gas fluye por su propia presión, sale a presión por unos inyectores finos y se mezcla con el aire por efecto venturi antes de llegar al quemador propiamente dicho. En estas calderas el quemador consiste en una cierta cantidad de candelas dispuestas en filas en un plano.


Existen aparatos unitarios por combustión, como las estufas de gas butano o estufas catalíticas. Tienen un rendimiento aceptable, pero requieren aire del exterior para la combustión y producen gran cantidad de vapor de agua como resultado, por lo que no son demasiado aconsejables, pues añaden gran cantidad de humedad al aire ambiente. También se usan estufas unitarias de queroseno, con los mismos inconvenientes, aunque con una producción de vapor un poco menor.

 

Por electricidad


Puede ser  de dos maneras por resistencias eléctricas, tienen el inconveniente de que a pesar de su alto rendimiento el precio de la energía eléctrica es superior al de los demás combustibles.


Por bomba de calor, más económico, toma calor de una fuente exterior (fuente fría) para introducirlo en los locales. El rendimiento es grande compensando el precio unitario superior de la electricidad pero depende de la temperatura de la fuente fría, cuando esta fuente es el aire del exterior y este es muy frío el rendimiento baja mucho.

 

Sistema híbrido


Para paliar el problema del bajo rendimiento de la bomba de calor con bajas temperaturas, puede hacerse un sistema híbrido con caldera y bomba de calor. Un programador electrónico determina cuando la bomba tiene buen rendimiento, pone en marcha la caldera cuando el rendimiento de la bomba es bajo y la para.

 

Otros sistemas de calentamiento


Aunque se piensa que la energía solar puede servir para la calefacción, los inconvenientes de la instalación no compensan las ventajas.

Más interesante es el aprovechamiento de calores residuales procedentes de procesos industriales, como la producción de electricidad.

También es interesante, aunque solo cuando existe en las cercanías, el aprovechamiento del calor de un acuífero caliente (energía geotérmica).

Ambos sistemas requieren conductos de reparto del agua caliente, en vez de caldera habrá un intercambiador de calor.

 


Un sistema de reparto, mediante conductos por los que circula un caloportador, normalmente agua o aire.


Por agua


El sistema de calefacción clásico (por agua caliente) que llega por tuberías a los elementos terminales o emisores.

 

Por aire


El empleo del aire para la calefacción es casi inexcusable cuando hay también una instalación de refrigeración, que debe ser, en general, por aire. Además, una instalación de climatización por aire bien concebida resuelve otra instalación absolutamente necesaria: la de ventilación.


El aire se puede calentar directamente en el elemento productor de calor o en un aparato de tratamiento del aire (climatizador), al que se lleva el calor desde la caldera, mediante agua por tuberías adecuadas, siendo en este caso un sistema por agua y aire.

 

Un sistema de emisión, por medio de elementos terminales (radiadores, paramentos radiantes, rejillas de impulsión para aire,...)

 

Cuando de un sistema de agua se trata, los más clásicos son los radiadores, pero también se emplean los paramentos radiantes. Estos no son propiamente aparatos, sino que consisten en un circuito de tuberías empotradas bajo el recubrimiento, convirtiendo el paramento en un emisor de calor.

Otro terminal empleado en los sistemas de agua es el ventiloconvector.


Cuando se trata de sistemas por aire, los terminales son sencillamente los diversos tipos de rejillas o difusores por los que se impulsa el aire al ambiente.





Gas

 

La instalación de gas es la que permite utilizar un suministro tanto de gas natural como de GLP en un inmueble. Acometer esta instalación es necesario para poder hacer uso de cualquier tipo de gas, ya que este necesita ser canalizado hasta los aparatos que lo utilizan para funcionar.


Los gases más utilizados son el gas natural y los gases licuados del petróleo o GLP (butano y propano). Sin embargo, la instalación de cada uno de ellos es diferente, ya que cada gas cuenta con sus propias características.


Gas natural

Es el tipo de instalación de gas más habitual en España, esto se debe a las ventajas del gas natural como combustible. El hecho de que sea canalizado, es decir, que la distribuidora lo lleve a las casas mediante tuberías, supone que el usuario no tiene que instalar un depósito para almacenarlo y que, por lo tanto, sea un suministro continuo.


Propano


La instalación de gas propano se suele realizar cuando las red de distribución de gas natural no llega a la zona. El gas propano es más caro y más contaminante que el gas natural.


La instalación de gas propano varía en función del tipo de suministro:


  • Canalizado: varias viviendas se conectan mediante tuberías a un depósito común.
  • Granel: requiere de la instalación de un depósito individual que es rellenado por la distribuidora cuando el cliente lo requiere.
  • Bombona: el usuario ha de comprar bombonas de 12,5 kg o 35 kg.


Butano


El gas butano es usado para cocina, agua caliente sanitaria (ACS) y calefacción mediante estufa. Su suministro se realiza mediante bombonas de 6, 11 12 y 12,5 kg.